Los rosarios tibetanos o malas son collares de cuentas, habitualmente de madera, que muchos budistas usan cuando están recitando un mantra.
Este yapamala está formado por 108 cuentas de hueso, decoradas con tinte negro, que simbolizan las 108 pasiones y los 108 conocimientos.
Se utiliza para rezar para el bienestar, la felicidad, la salud y la liberación de Samsara ( el proceso cíclico del sufrimiento que es el resultado del apego ) de todos los seres, y rezando así también se hace para el bienestar propio.
La utilización del yapamala no solo purificará nuestro alma, sino también nuestra mente, las emociones y el cuerpo.
Rosario tibetano "SHERAB" - Ref. J009
El mejor empleo de un mala es para la pronunciación de mantras, ya que de este modo beneficiaremos a un mayor número de seres, debiéndose usar con la intención de atraer la mayor felicidad, bondad, alegría y serenidad al mundo.
Cuando estemos recitando el mantra, debemos hacerlo sin prisa, concentrándonos en el sonido de la voz, notando cómo vibran todas las partes sutiles de nuestro cuerpo.
El ir pasando las cuentas del rosario entre los dedos índice y pulgar, y deslizarlas entre los tres dedos restantes extendidos, equivale al deseo del alma individual (índice) de unirse al alma universal (pulgar).
El rosario descansa sobre el dedo medio ( que representa la bondad ), y así separamos al ser individual de los demás atributos de la materia ( dedos anular y meñique ), tocando con la punta del dedo índice el dedo pulgar, avanzando cuenta por cuenta en el rosario.
El rosario descansa sobre el dedo medio ( que representa la bondad ), y así separamos al ser individual de los demás atributos de la materia ( dedos anular y meñique ), tocando con la punta del dedo índice el dedo pulgar, avanzando cuenta por cuenta en el rosario.
Una vez que llegamos a la cuenta estupa o guru, se rota el mala y seguimos de vuelta.
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