Hoy, Día de Asturias, queremos hacer especial mención al símbolo de nuestra región, La Cruz de la Victoria, una joya del prerrománico asturiano, signo inequívoco de la unión de todos los asturianos.
Cuenta la leyenda que esta cruz es la insignia de madera de roble que Don Pelayo ( primer monarca del reino de Asturias ) utilizó como estandarte en la batalla de Covadonga en el año 722.
En esta batalla las tropas asturianas derrotaron a las musulmanas, frenando la expansión de los musulmanes hacia el norte, comenzando así lo que se ha denominado "La Reconquista".
La cruz fue custodiada por el hijo de Don Pelayo, Favila, en una iglesia de Cangas de Onís ( primera capital del Reino de Asturias ),dedicada a la Vera Cruz, porque en su centro contenía un relicario
con un fragmento de la Lignum Crucis ( la cruz en la que se crucificó a Cristo ).
Más tarde la cruz fue recubierta con chapa de oro,esmaltes y pedrería, y donada a la catedral de San Salvador de Oviedo por el rey Alfonso III el Magno y su esposa, Doña Jimena, el domingo de Pascua de Resurrección del año 908, que se corresponde con el 27 de Marzo de dicho año, según consta en el reverso de la cruz, junto con la inscripción en latín : "hoc signo tuetur pius, hoc signu vincitur inmicus" ( con este signo el piadoso es protegido; con este signo el enemigo es vencido )
Está considerada la joya más valiosa de la Alta Edad Media española. El Alfa y el Omega son la primera y la última letra del alfabeto, simbolizando así el principio y el fin. |
Las últimas pruebas basadas en el Carbono 14 han demostrado que la cruz de madera que se encuentra en el interior de la Cruz de la Victoria procede de un roble talado durante el reinado de Alfonso III el Magno y no de la época de Don Pelayo; es posible que ésta sustituyera a otra anterior sí enarbolada por Don Pelayo, pero eso ya queda oculto en las tinieblas de la historia.
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